Las cinco reglas de oro del corrector

El otro día tropecé en un manual de estilo de una universidad para la que trabajamos con las “Reglas de oro” del corrector, según ÀlvarValls, y me parecieron tan concisas y clarificadoras, que he decidido dedicarles una entrada:

1.    Sé como el buen policía: presume de antemano la culpabilidad [dudad sistemáticamente de todo].
2.    Actúa como un buen juez: no condenes a un inocente [no corrijáis nada no condenado explícitamente].
3.    Trabaja como el buen cirujano: extirpa con decisión y pulso preciso [corregid lo que toca cuando toca y allí donde toca].
4.    Adopta la filosofía del zapatero remendón: si lo que se necesita es media suela, no se la cambies entera [corregid haciendo los mínimos cambios imprescindibles].
5.    Mirad al prójimo como el buen cura: “perdónalos, Señor, porque no saben lo que hacen” [paciencia: la decisión final es del autor, a pesar de que esté equivocado].


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