Mayrén Beneyto destruye las propiedades textuales

De todos los personajes públicos, los políticos, lamentablemente, suelen ofrecernos unas de las peores utilizaciones del lenguaje. Cuando uno ve este vídeo no cree que eso pueda suceder en la realidad, pero cuando nos topamos con la realidad, esta es peor aún.



Y como muestra, cuando aún resuena el caloret* de Rita Barberá, el mensaje de despedida de una compañera suya, la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Valencia, Mayrén Beneyto:



En cuanto escribió este mensaje de despedida en Facebook, corrió por las redes y se convirtió en viral más que por la noticia en sí por la cantidad de errores de todo tipo que contiene, máxime cuando lo escribe alguien responsable de cultura. Hasta 30 faltas han contabilizado en unas 150 palabras.

Ni que lo escribiera desde el móvil, ni que fuera un mensaje supuestamente privado, valen como excusa para escribir tal despropósito. Y lo más grave ya no es que falte o sobre una tilde, o que ponga las comas donde le parece que quedan bonitas, que también, sino la consideración de que se puede escribir de cualquier manera, que la buena expresión no importa y la falta de adecuación entre el mensaje y su contexto.

En una situación como esta (anuncio de que no se presentará a las próximas elecciones), por parte de una personalidad política importante (concejala de Cultura de un ayuntamiento), lo que se espera es un escrito en un nivel de lengua estándar o culto y en un registro formal, pero lo que encontramos es un registro coloquial-familiar y en un nivel que roza lo vulgar.

Decir que un texto está bien escrito no es solo que no presente faltas de ortografía. Desde hace ya unas décadas, en la enseñanza de las lenguas, se pone el énfasis en las propiedades textuales: adecuación, coherencia y cohesión, y eso es justo lo que le falta al texto y lo más difícil de aprender para nuestros estudiantes de secundaria y bachillerato. En un momento en el que combatir contra la escritura tipo SMS es imposible, cuando se anuncia que la prueba de selectividad va a ser en forma de test (por lo que ya no van a tener que redactar) y los indicadores de lectura están por los suelos, lo que menos necesitamos es que la gente teóricamente instruida nos proporcione un referente como este. ¿Cómo le vamos a pedir a los jóvenes que hablen bien, que argumenten, que muestren un vocabulario amplio, un registro adecuado si luego se topan con esto día a día?

Si nos quejamos de la incultura de Belén Esteban y otros especímenes que pululan por la tele, más deberíamos hacerlo de quienes nos gobiernan y tienen responsabilidades en nuestra vida, porque al fin y al cabo a la primera con no verla ni escucharla es suficiente, pero Beneyto es elegida por los ciudadanos y cobra de ellos, por lo que debería ser ejemplar en todos los sentidos.

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